Casa Rocher lleva desde 1960 durante tres generaciones a cargo de la familia Rocher; ofreciendo lo mejor de nosotros durante más de cincuenta años de experiencia.
En 1957 empiezan mis abuelos Francisco y Carmen con la ayuda de mi padre las obras del restaurante. Por aquellos años era un pequeño restaurante que sobrevivía de los almuerzos y comidas de menú, de los fines de semana que hacía buen tiempo y la gente venía a la playa y de las pequeñas urbanizaciones que entonces empezaban a construirse.
Hasta los años 80 teníamos en la parte superior del restaurante 10 habitaciones que en los meses de verano se alquilaban. Cuando mi padre Francisco Rocher se hace cargo del restaurante (ya lo venía siendo) empieza a ser un referente de la cocina tradicional de la zona, empezamos una nueva andadura con una reforma importante, eliminamos las habitaciones y nos centramos en el restaurante que se consolida como un referente gastronómico de la zona. En ese mismo momento adecuamos un campo de naranjos y lo convertimos en el aparcamiento que actualmente tenemos conseguimos darles a nuestros clientes aquello que tanto demandaban ya que en el pueblo era casi imposible aparcar.
En 2001 se jubila mi padre y nos hacemos cargo la tercera generación, Paco, Mayte y Ana Rocher después de siete años decidimos emprender otra reforma integral de la cocina, sala. Zona de barra y aparcamiento creando un restaurante del que nos sentimos orgullosos es el resultado de más de 50 años de trabajo y esfuerzo de nuestra familia y la fidelidad de nuestros clientes ya que sin ellos no hubiera sido posible.